El simpático modelo italiano ha crecido para ofrecer más espacio, tecnología y conquistar a un nuevo sector del público

Fue en 2012 cuando Fiat marcó su gran retorno a Estados Unidos, después de casi treinta años sin comercializar sus productos en este país. El auto elegido para tan importante evento fue el Fiat 500C, un perfecto embajador para honrar el estilo italiano. Después de la llegada este pequeñín vimos desfilar al 500L, que ofrecía más espacio, y finalmente la compañía nos ha presentado al nuevo integrante de la familia, el Fiat 500X 2016.

El 500X entra en la popular categoría de crossover subcompacto, un vehículo construido sobre la plataforma de un automóvil, pero que cuenta con algunas de las prestaciones de un utilitario. Su conveniente tamaño ofrece plazas para cinco ocupantes y al mismo tiempo, sus dimensiones le permiten comportarse como un auto muy fácil para maniobrar y sencillo de estacionar.

Al igual que sus hermanos pequeños, el diseño del Fiat 500X es distintivo y se dirige a un público específico, a aquellos admiradores de la estética que buscan en un vehículo un modo más de expresión para su personalidad. Aunque su carácter no es tan nostálgico como el del 500C, que inmediatamente nos remite a la época del Cinquecento, el 500X conserva el mismo aire clásico, las formas suaves y redondeadas, y transmite inmediata simpatía, cualidades que actúan como un poderoso elemento diferenciador ante sus competidores.

Por dentro, sin embargo, el 500X supera al resto de la familia, al menos a los ojos del público de Estados Unidos, menos humilde que el europeo y bastante exigente en cuanto a sus estándares de equipamiento y tecnología.

La cabina del Fiat 500X ofrece amplitud, comodidad y materiales más suaves al tacto que los del 500C. La austeridad se ha movido cortésmente para dar paso a la tecnología, con una pantalla de 6.5 pulgadas ubicada al centro del tablero, desde donde se maneja el sistema Uconnect de Chrysler, presente en este vehículo. El look conserva su espíritu retro y la disposición de los instrumentos se enfoca en la armonía y la practicidad.

Es importante mencionar que la unidad de pruebas que tuve oportunidad de manejar fue el Fiat 500X Lounge, que tiene un precio de entrada más alto que la versión base y llega con más equipamiento.

Para consultar todas las versiones entra aquí a la página oficial de Fiat.

Al volante, el reluciente crossover de Fiat se siente ágil y controlado. Cuenta con tres modos de manejo, que se ajustan mediante una ruedita que se encuentra al lado de la palanca de cambios. Las opciones son normal, deportivo y tracción, que si bien no convierten al 500X en un rabioso atlético ni en un todoterreno, son útiles cuando se necesita una reacción más rápida (sport) o un poco más de adherencia a la superficie (tracción), y de paso le dan un toque de diversión a la conducción.

El motor del 500X Lounge es un 4 cilindros de 2.4 litros, que trabaja asociado a una transmisión automática de 9 velocidades. Esta combinación entrega hasta 180 HP y 175 libras-pie de torsión. Nuestra unidad de pruebas traía la tracción estándar a las ruedas delanteras, pero hay una opción disponible con tracción a las cuatro ruedas.

El consumo de combustible del Fiat 500X 2016 es de 22 mpg en ciudad y 31 mpg en carretera, para un consumo combinado de 25 mpg.

Para quienes los sistemas de seguridad son un must, será grato saber que además de los controles de estabilidad y tracción estándar, los frenos antibloqueo y las bolsas de aire, están disponibles como opción otras valiosas asistencias como la cámara y sensores traseros, sistema de monitoreo de puntos ciegos, y alertas de cambio de carril, de tráfico cruzado y de colisión delantera.

En general, este es un vehículo atractivo que ofrece un experiencia bastante redonda; sin embargo, se encuentra ubicado en una categoría muy reñida, donde hay otros rivales peleando fieramente por un puesto en el mercado. Frente a sus competidores, las mejores armas del Fiat 500X 2016 serán su estilo y su carácter único, una herencia proveniente de sus icónicos ancestros italianos.