Viajes: New York en Spring Break
Qué hacer en New York con un bebé de 9 meses y un niño de 9 años
Los viajes en familia son mis favoritos. Aunque siempre es delicioso viajar, estoy convencida de que las experiencias se disfrutan más cuando se comparten con las personas que amas.
La idea de este viaje surgió casi a consecuencia de la necesidad. ¿Qué pasa cuando papá tiene que trabajar en New York de lunes a viernes, justo cuando las escuelas se encuentran en Spring Break? El resultado es fácil de adivinar, ¡nos fuimos todos!
En nuestras vacaciones tratamos de acomodar planes y recorridos para complacer diferentes intereses y necesidades, que varían bastante cuando se trata de un niño de 9 años y un bebé de 9 meses. Nos ayudó la fabulosa locación del sitio en que nos hospedamos, en pleno centro de Manhattan.
Un punto importante de mi estrategia para planear las salidas diarias fue agrupar los paseos de acuerdo a la ubicación geográfica de los sitios por visitar, cuidando de que cada día contara con dos recorridos, uno que incluyera un vehículo de transporte y otro que fuera posible cubrir caminando; no solo para disfrutar andar a pie por la ciudad, sino también para no abrumar demasiado al bebé con el tráfico y los taxis.
Este es un resumen de nuestro itinerario, que espero te sirva de ayuda si estás buscando ideas e información para un viaje de este estilo.
Día 1
Volamos de Miami a New York en la tarde. Entramos a la ciudad bajo el hechizo de la puesta de sol con los rascacielos de fondo y en lo que Tazio se durmió en la cuna de la habitación, nosotros nos dedicamos a admirar la increíble vista con que contábamos, la luna llena y a pedir comida al room service.
Día 2
Solo un nombre: American Museum of Natural History. Espectacular para niños y muy llamativo también para un bebé. Como el museo es inmenso, lo ideal es elegir de antemano las exhibiciones que se planea visitar. Nosotros elegimos como prioridad todos los salones dedicados a los dinosaurios.
Central Park es la opción natural cuando sales del museo, queda justo enfrente y es muy agradable salir a disfrutar del sol después de haber pasado varias horas en los salones cerrados.
Día 3
Desayuno en el Nutella Bar, ubicado dentro de la tienda de comida Eataly, al lado del impresionante Flatiron Building. Premio extra para mamá: un recorrido por los pasillos de Eataly, con una exquisita selección de productos.
De ahí directo a la tienda de Lego, que queda prácticamente al lado. La tienda más famosa y antigua de Lego en New York está frente al Rockefeller Center, esta locación que visitamos es más nueva, pero cuenta con la misma mercancía y con muchas menos personas, lo cual es un plus especialmente en temporada de vacaciones.
Regresamos al hotel a descansar y después fuimos a almorzar a una de las locaciones de Melt Shop, especialistas en sándwiches de queso fundido. Son restaurantes pequeños, donde se come rápido y no tienes que pagar una fortuna. Garantizado que a los niños les encantará.
Nos subimos a un taxi con rumbo a Tiffany, una de mis tiendas favoritas en todo el mundo (¡se vale soñar!). A unos pasos se encuentra la imponente Trump Tower y entramos a darle una ojeada.
De ahí otra vez a Central Park, esta vez por el lado Este. Luca corrió y jugó, quemando energía, mientras Tazio y yo nos relajábamos junto al lago y contemplábamos las tortugas.
Día 4
Caminamos rumbo al Museo de las Matemáticas (MoMath) para niños, el cual puedo describir como uno de los salones de juegos más originales que he visto, con entretenimiento para diversas edades. Es también un lugar interesante para comprar regalitos.
Pizza de almuerzo, siesta y en la tarde al Rockefeller Center. Cerramos el día con una sesión de patinaje en la famosa pista de hielo ubicada allí.
Hicimos todo el regreso al hotel caminando. Fue una distancia larga, pero era nuestra última noche y quisimos aprovecharla al máximo.
Día 5
Desayuno en la comodidad del hotel, maletas y de regreso a casa.
¡Gracias New York!