Vacaciones de nieve con la Toyota Tundra
De Miami a North Carolina por carretera. Primeras lecciones de esquí y guía para vestir en la nieve
Con mis seis años viviendo en Miami, lo más lejos que había llegado por carretera había sido hasta Amelia Island; pero justo antes de que terminara 2013, este ‘millaje’ cambió definitivamente.
Cuando tomamos la decisión de ir a perseguir la nieve a North Carolina para las vacaciones de invierno, realmente no sabíamos a bordo de cuál vehículo llevaríamos a cabo esta aventura. Nuestros amigos de Prestige –quienes se encargan de manejar una importante flota de autos de prensa en el Sur de la Florida- serían los encargados de proveernos de un auto capaz de vivir al máximo esta travesía.
La Toyota Tundra 2014 fue el vehículo que llegó para nuestro viaje. Según mi primera impresión: demasiado grande, complicado de manejar y hambriento de gasolina. Según la declaración de mi novio, periodista especializado en autos: “el auto perfecto”. El camino y el tiempo se encargarían de darle a él la razón.
DE MIAMI A NORTH CAROLINA
Salimos de Miami a las 7pm. El GPS avisaba que nuestro destino se encontraba a un mínimo de 14 horas de viaje. Con cuatro estados por cruzar y unas 850 millas por recorrer, me acomodé en el asiento del copiloto.
Comparto la forma en que repartimos el espacio porque resultó muy efectiva y puede ser útil si tienes que hacer un viaje de este estilo. La Tundra tiene doble cabina, lo que significa que contábamos con dos filas de asientos. Nosotros recogimos los asientos traseros; en una mitad, acomodamos las maletas, y en la otra, arreglamos una cama provisional para un inquieto pasajero: McQueen, Jack Russell de un año. En la cama del camión quedaron asegurados una tabla de snowboard y un par de bultos.
Otro tip que usamos y que quizás no sorprenderá a los amantes del outdoor, colgar camelbacks detrás de los asientos, la manera más cómoda de ir tomando agua y permanecer hidratados todo el camino.
Después de largas horas de manejo, de ida y vuelta, estas son mis impresiones sobre la Toyota Tundra 2014, directamente relacionadas con el tipo de viaje que hicimos.
- Es mucho más fácil de manejar y se siente más ligera de lo que aparenta a primera vista.
- Tiene un magnífico sistema de luces (Manual Headlamp Level Control) que permite subir o bajar manualmente el ángulo de la iluminación de acuerdo a lo que requiera el camino.
- Un efectivo sistema de tracción 4x4 es indispensable para un destino de nieve y montaña. En la Tundra se puede activar o desactivar a voluntad.
- El poderoso motor V8 es perfecto para la montaña, pero muy demandante a la hora de llenar el tanque de gasolina en un viaje tan largo.
- El espacio es abundante y hay mucha comodidad en la cabina.
- Sistema de GPS muy amigable, sencillo de programar y con instrucciones claras para seguir.
- Buena visibilidad a la hora de manejar y fantástica cámara trasera.
RECOMENDACIONES
Las mujeres podemos llegar a sentirnos intimidadas ante un auto tan grande como la Toyota Tundra; más aún si vamos a manejar por un terreno que no es familiar. Mi recomendación es, probar primero a manejar en un sitio donde te sientas cómoda y comprobar cuán complicado de manejar es realmente el auto. En el caso de la Tundra, es mucho más sencillo de lo que parece.
Una vez en la carretera, cuando vayas a relevar a tu pareja al volante, lo primero y una de las cosas más importantes que debes hacer es ajustar tu posición de manejo. Ajusta la distancia del asiento a los pedales, la posición del volante y de los espejos retrovisores, todo esto antes de poner el vehículo en marcha. Si usas un auto rentado o al que no estás acostumbrada, siempre cerciórate de preguntar cuál es el tipo de combustible que utiliza. Un error entre gasolina y diesel es fatal para la máquina y ocurre más frecuentemente de lo que uno imagina.
Otro temor a superar: la preocupación de perderse cuando se usa el GPS. Cuando el sistema es amigable y preciso, ¡es casi imposible! Una vez más, trata de probarlo primero en un área que conozcas y luego, ¡lánzate a la aventura! En caso de que cometas un error, el mismo sistema reprogramará la ruta y te pondrá de nuevo en el buen camino. En mi opinión, lo mejor es aprovechar la oportunidad e intentar algo nuevo.
NIEVE PARA PRINCIPIANTES
Siempre hay una primera vez. Esto es lo que aprendí con el viaje, útil para una primera experiencia en visitar un sitio frío y practicar deportes de invierno.
Nunca subestimes la importancia de la ropa. Llevar el outfit correcto es lo que hará que la pases bien o sufras en un clima helado. Es básico que vistas por capas, la primera deben ser unos leggins y una enguatada térmicas. Lo ideal es comprar prendas especiales para este objetivo, si no es posible, hay que asegurarse de que la ropa que estará en contacto con la piel no sea de algodón, pues es un tejido que no se seca fácilmente. La idea es que te mantengas protegida del frío y seca, no en contacto con una prenda mojada en tu propio sudor.
En la próxima capa necesitarás un fleece jacket y por encima, un abrigo de nieve: resistente al viento y al agua. Para las piernas busca un pantalón con las mismas características del abrigo, es la única manera de que el agua y la humedad no penetren a tu cuerpo. Para los pies, medias gruesas de nieve, si quieres, puedes usar por debajo otras delgadas para que las cambies continuamente sin tener que lavar las gruesas (en caso de que solo tengas un par). Lleva zapatos antiderrapantes para no resbalar en el hielo. Si no tienes botas de nieve, unos zapatos deportivos funcionarán la mayoría del tiempo. Completa el outfit con un gorro y guantes resistentes al agua.
Renta tu equipo. Mientras no seas una profesional o vivas al lado de la montaña, será más conveniente que rentes el equipo para esquiar o practicar snowboarding. No solo necesitarás tiempo para asegurarte de que te gusta este deporte, sino que deberás establecer una idea razonable de cuántas veces al año tendrás la posibilidad de practicarlo. Recuerda, los equipos son caros y ¡ocupan bastante espacio!
Ármate de paciencia. Esta será tu mejor aliada, sobre todo en los inicios. Si nunca has practicado deportes de nieve y quieres tomar una clase, prepárate para seguir la logística del parque, que puede ‘robarse’ una buena parte de tu precioso tiempo en la montaña. Una vez que consigas subirte a los esquís, emplea esa paciencia para ti misma, para aprender a tu propio ritmo y disfrutar sin lesionarte.
Recuerda tus matemáticas. Saca por adelantado un aproximado de lo que gastarás en el viaje. Prioriza lo más importante: renta de equipos, pase para subir a la montaña… Y organízate para ahorrar en lo que sea posible, como las comidas, por ejemplo.
Mascotas. En su primera exposición con el clima frío, McQueen –perro acostumbrado al calor de Miami- temblaba constantemente; 24 horas después ya había tolerado el cambio de temperatura. Vale la pena destacar que siempre que estuvimos al aire libre nos mantuvimos en movimiento y el perro nunca estuvo fuera más de una hora. No fue necesario que usara ningún abrigo y ninguno de los otros perros que encontramos allá llevaba ningún tipo de ropa. En resumen, si quieres vestir a tu mascota para que se vea linda, adelante; sin embargo, en la mayoría de los casos no es necesario.
Sé flexible. Con tus horarios, con tu plan, con tu actitud… Es la manera más segura de disfrutar sin frustrarte con circunstancias que pueden estar incluso fuera de tu alcance, como el clima o el tráfico. ¡Felices viajes!