Viajes: Kona, la Isla Grande de Hawaii
Les presento mi destino favorito…
Hace un par de semanas Tazio se cayó corriendo y se rompió el labio. Sangró, se le hinchó la boca y decidimos quedarnos el resto del fin de semana de reposo en casa. Pusimos Netflix y en menos de 24 horas vimos ‘Moana’ tres veces. Desde entonces no hemos parado de ver esta película que además de transmitir alegría y maravillosos mensajes, me recuerda mucho a Hawaii.
Siempre escuché decir que Hawaii era mágico y por mucho tiempo me pregunté si no estarían exagerando... hasta que fui por primera vez. Hay algo en la energía de este sitio que te renueva, como si te limpiara por dentro el cuerpo y también la mente. Es indescriptible.
Hasta ahora solo he visitado la Isla Grande, Kona (The Big Island), la primera vez viajando con Jaime (antes de que naciera Tazio), y la segunda con los niños. En este último viaje, el resort donde nos hospedamos era tan grande que tenía un tren y botecitos para trasladarse de un extremo a otro de la propiedad. Aún así, en medio de todas estas comodidades puestas por la mano del hombre, es imposible obviar la presencia de la naturaleza y el protagonismo del cielo y el mar.
El viaje desde Miami es bastante demandante, es muy largo y cuando llegas, tienes que enfrentarte a un cambio de horario de 6 horas. Algo que me pareció muy gracioso fue que alrededor de las cuatro de la mañana, antes de que los restaurantes empiecen a ofrecer el desayuno, en el hotel ya estaba funcionando un espacio destinado a servir café… ¡y siempre había gente! Obviamente todos desvelados como nosotros. La parte positiva de despertarte a esa hora… ¡ver la salida del sol!
Uno de los días que estuvimos lo dedicamos a perseguir cataratas. Hay muchas para elegir, pero es importante tener en cuenta si el acceso es fácil o cuánto hay que caminar para llegar hasta la caída del agua, especialmente si vas con un bebé o un niño pequeño. Durante la ruta por carretera, el clima cambia constantemente, y es que Kona tiene 8 de las 13 zonas climáticas que se registran en todo el mundo.
¿Otros récords de esta isla? El volcán Mauna Kea es la montaña más alta del mundo, si se mide desde su base en el fondo del mar. Y el volcán Kilauea, el más activo de Hawaii, es probablemente el más visitado del mundo como atracción turística.
Entre las actividades que más disfrutamos estuvieron ir a la playa y bañarnos en el mar (por supuesto); la noche de Luau, una fiesta hawaiana tradicional con bailarines y música impresionantes; y ver las puestas del sol. Todas las tardes nos íbamos a la orilla del mar a ver el sol perderse en el océano y nos despedíamos dándole las gracias, y me llenaba de ternura ver como Tazio le decía adiós y se quedaba tranquilo escuchando el rumor de las olas.
Hawaii es un destino maravilloso que ocupa un lugar muy especial en mi corazón y honestamente, ¡quisiera regresar cada año!
Mahalo.