Disfrutando del clima del sur de la Florida en un auto con un carácter muy especial

¿Quién no ubica un Jeep? Tiene infinidad de seguidores y también sus detractores, pero es un vehículo con tanta personalidad que todos lo reconocen y conscientemente o no, lo relacionan con el espíritu de aventura.

Ese pensamiento me persiguió durante la semana en que estuve manejando este auto y realmente sentía el deseo –casi la presión– de ir de excursión, de visitar algún sitio diferente para disfrutar más del vehículo.

Finalmente llegó el domingo y nos preparamos para ir a la playa. Decidimos cambiar la ruta que hacemos siempre e irnos más lejos rumbo norte (saliendo de Miami), con la idea de encontrar un lugar solitario, con menos bañistas con la música alta y más gaviotas, pelícanos, delfines, o los animales que tuviéramos la suerte de ver.

Cincuenta millas después, llegamos a South Beach Park, en Boca Raton, a más o menos una hora de camino desde la casa. Este lugar es un parque natural al borde del océano, con tres entradas a la arena y al mar. Hay que pagar para visitarlo, con lo que gana cierta exclusividad. Aunque es un sitio ‘al natural’ está en el medio de la civilización, así que ni soñar con meter al Jeep por territorios de tierra o arena, pero por lo menos sí lo llevamos a encontrarse de cerca con lo que yo consideraba que era su elemento.

El Jeep Wrangler no está diseñado para el confort, sino para ser capaz de andar por terrenos donde otros autos probablemente se atascarían; sin embargo, el viaje por carretera fue bastante aceptable en cuanto a comodidad y tranquilidad dentro del vehículo. El único inconveniente que experimenté en cuanto a confort fue que con el carseat del bebé en el asiento trasero, el espacio se reduce mucho adelante; aunque vale la pena destacar que nuestro carseat es muy grande.

El modelo que estuve manejando fue el Jeep Wrangler Unlimited Chief 4x4, una edición limitada que tiene un carácter aún más especial y cierto aire nostálgico. Por supuesto que durante el camino y en el estacionamiento se nos acercaron un par de veces a mirar el auto y hacer preguntas (nadie me preguntó nada a mí, todos fueron directamente hacia Jaime, pero ¡ya estoy acostumbrada!).

El motor del Wrangler Unlimited era el V6 de 3.6 litros, acoplado a una transmisión automática de cinco velocidades. La tracción obviamente es a las cuatro ruedas y tiene su propio control. Esta combinación ofrece una economía de combustible de 16 millas por galón en ciudad y 20 millas por galón en carretera, para un consumo combinado de 18 millas por galón.

Los elementos que más me gustaron de este auto fueron su look distintivo; los materiales resistentes, que te transmiten la seguridad de que no se va a romper aunque tenga a un bebé saltando encima; y sobre todo, la naturalidad con que se presta a la aventura.

El regreso a la casa (otras cincuenta millas), lo cubrimos viendo la caída del sol y sin drama, con Tazio durmiendo en el asiento trasero y una banda de rock en la radio; sentados sobre las toallas mojadas y todavía con arena en los pies. Y estos son los detalles que solo puede ofrecer un Jeep…

Precio total de la unidad de pruebas: $45,700